LUBRICANTES Y FLUIDOS QUE DEBÉS REVISAR Y CAMBIAR EN TU AUTO
Durante todo el año, haga frío o calor, cada cierto tiempo tenés que revisar los niveles de los líquidos del coche. De ellos depende que el motor funcione bien y no tengas que visitar el taller antes de tiempo y con consecuencias, más graves.
Revisar los niveles de líquidos con regularidad ayuda a proteger tu auto frente a las averías, daños mecánicos, e incluso posibles accidentes. Aprendé a revisar los niveles de los líquidos de tu auto y hacelo a menudo.
El manual del propietario te dice cuando deben ser revisados los niveles de líquidos y fluidos de tu auto. Registrá esto en tu agenda o simplemente comprobá los niveles de líquidos con frecuencia. Una vez que aprendas a hacerlo, no te tomará mucho tiempo.
Empecemos:
*ACEITE
El lubricante es uno de los fluidos del coche cuya revisión se tiene más interiorizada. Quien más quien menos conoce las consecuencias catastróficas de no cambiar el aceite o llevar el nivel por debajo de lo aconsejado (o por encima).
Por tanto, además de sustituirlo cuando indique el fabricante (entre 5.000 y 30.000 kilómetros, según modelo), hay que revisar su nivel con frecuencia. Al menos una vez al mes y siempre antes de un viaje largo. Y si el auto es viejito, mejor cada dos semanas.
¿Cómo comprobar el nivel?
1. Colocá el coche en un lugar plano y horizontal y dejá que el motor se enfríe, ya que en caliente el nivel siempre es más alto.
2. Sacá la varilla de medición y limpiala.
3. Vuelve a meter la varilla hasta el fondo y sacala. En el extremo de la varilla hay dos marcas que indican el nivel mínimo y máximo: comprobá en donde quedó el aceite.
*REFRIGERANTE
El refrigerante cumple una misión fundamental entre los líquidos del coche: circula por el circuito interno del motor y absorbe parte del calor que genera la combustión, por lo que evita un sobrecalentamiento que podría ser fatal. Un exceso de temperatura podría fundir los pistones e incluso desencadenar una peligrosa explosión interna.
Este fluido habitualmente también se encarga de que el líquido no se congele y estropee el circuito en invierno. En resumen, el refrigerante debe tener una temperatura de ebullición muy alta y una temperatura de congelación baja, aparte de propiedades anticorrosivas y antiincrustantes. Conviene revisarlo cada 20.000 o 30.000 kilómetros y sustituirlo (antes de que pierda propiedades) cada 40.000 kilómetros o cada dos años.
¿Cómo comprobar el nivel?
1. El auto debe estar colocado en terreno llano y horizontal y con el motor parado y frío (de lo contrario, el líquido podría estar muy caliente y expulsar vapor).
2. Localizá el contenedor: es grande, cuadrado por lo general y traslúcido. Dos marcas indican los niveles mínimo y máximo.
*FLUÍDO DE FRENOS
No hace falta decir que el de frenos es otro de los circuitos hidráulicos del coche fundamentales para la seguridad, así que conviene revisarlo periódicamente (un par de veces al año, por ejemplo). El cambio de líquido será cada dos años, aproximadamente, ya que la humedad acelera su deterioro y el punto de ebullición se reduce también con el tiempo.
¿Cómo comprobar el nivel?
1. Con el motor frío, localizá el depósito. Generalmente tiene un tapón negro con letras amarillas.
2. Comprobá que el nivel está entre los indicadores de máximo y mínimo.
*LÍQUIDO DE DIRECCIÓN
Si tu auto tiene dirección asistida hidráulica o electrohidráulica, vas a tener que comprobar (al menos una vez al año) el líquido de la dirección.
¿Cómo comprobar el nivel?
1. Con el motor caliente, localizá el depósito. Lleva un volante grabado en el tapón.
2. El mismo tapón suele llevar incorporada la varilla de medición. Límpiala, como hiciste con el aceite.
3. Vuelve a introducir la varilla y, al sacarla, comprueba que el nivel está entre el máximo y el mínimo
*COMBUSTIBLE:
Parece ridículo nombrarlo en esta lista, pero es un líquido primordial para que el vehículo inicie marcha. El no preocuparse de este detalle y andar con poco combustible, por ejemplo, puede provocar fallas en la bomba del depósito.
No es necesario ser un experto para chequear el nivel del líquido refrigerante o el aceite del motor, o cualquiera de los fluidos esenciales para un seguro y correcto funcionamiento del vehículo. Manos a la obra.