Aire Acondicionado del automóvil, indispensable en nuestro verano. ¡Cuidalo bien!
El aire acondicionado del coche es nuestro gran aliado cuando las temperaturas veraniegas hacen acto de presencia, y más aún en nuestro país. Es el encargado de que el interior del vehículo mantenga una temperatura agradable para poder manejar, de ahí la importancia de que este sistema de tu vehículo esté en perfectas condiciones.
Una de las averías más frecuentes con la llegada del calor es la que involucra al aire acondicionado. La más común es que se necesite realizar una simple recarga de gas del circuito. Si el sistema de refrigeración se utiliza indebidamente puede llevar a un desgaste de los conductos pudiendo provocar rotura de filtros y hasta del compresor.
El aire acondicionado automotriz cuenta con un conjunto de elementos destinados a limpiar, enfriar y controlar la humedad dentro del vehículo. Conocer cómo funciona cada una de sus partes te permite prestar un servicio de reparación y mantenimiento de calidad.
Compresor del aire acondicionado automotriz
La función del compresor es aspirar y comprimir el gas refrigerante proveniente del evaporador.
Condensador del aire acondicionado
El gas que ha sido comprimido pasa a la parte superior del condensador, donde comienza a enfriarse hasta que se condensa y llega a la base de esta pieza en estado líquido.
Filtro deshidratador del aire acondicionado
El filtro deshidratador se encarga de absorber la humedad y retener las impurezas y partículas generadas dentro del aire acondicionado automotriz.
Válvula de expansión del aire acondicionado
La válvula de expansión del aire acondicionado automotriz hace que la presión y la temperatura desciendan. Así, el líquido o refrigerante generado en el condensador se descomprime y se enfría mucho más.
Evaporador del aire acondicionado automotriz
El refrigerante frío y de presión baja que sale de la válvula de expansión llega al evaporador, donde se convierte en gas, se enfría aún más y es impulsado por un ventilador hacia el habitáculo. Finalmente, este gas vuelve hacia el compresor para iniciar de nuevo el ciclo del aire acondicionado automotriz.
Filtro del habitáculo
El filtro del habitáculo se encarga de eliminar todas aquellas partículas externas que entran en el habitáculo del automóvil y que pueden contaminar el aire. Gracias a él, el vehículo queda libre de bacterias, hollín, polvo, polen, etc., garantizando la calidad del aire que circula dentro del vehículo.
Un buen mantenimiento del aire acondicionado asegurará que se encuentra en las mejores condiciones y funcionará cuando lo necesites. Y es que el aire acondicinado, es uno de los más delicados de todo el coche. De hecho, tendrías que revisar su estado al menos una vez al año.
Un técnico mecánico se ocupará de cargar el aire acondicionado, una de las tareas fundamentales para su correcto funcionamiento. Para ello se emplea una estación de carga, la cual varía según el modelo del coche. Este aparato es el encargado de renovar el líquido refrigerante del vehículo (gas fluorado), así como de limpiarlo y deshidratarlo para eliminar la humedad del circuito.
Si el sistema de aire acondicionado está en buen estado vas a disminuir el consumo de combustible que conlleva su uso. No te olvides que este gasto está directamente relacionado con la limpieza de sus filtros y conductos. En caso contrario, el consumo puede aumentar hasta un 5 %. Este aspecto también se controla en las revisiones periódicas.
Otro aspecto a tener en cuenta es la temperatura a la que trabaja. Lo más recomendable es ponerlo a 22 ºC y optá también por rebajar la potencia, elegí a la vez, un ventilador con intensidad leve. Además de prolongar su vida útil, vas a cuidar tu salud.
Existen algunos indicadores que te van a hacer saber que tu coche necesita una revisión del sistema de aire acondicionado. Es esencial que sepas detectarlos, ya que, además de asegurar el confort en el interior del vehículo, vas a apostar por tu seguridad. Acordate que el aire acondicionado desempaña los cristales del coche. Lo que mejora de forma considerable tu visibilidad al conducir.
Si notás que ya no expulsa aire frío, es el momento de que lo examinen. Esto puede deberse al desgaste de algún elemento. Se trata de un signo progresivo: lo habitual es que, al principio, notes que tarda más en expulsar aire frío, o que no consigue llegar a la temperatura que elegiste. Este fallo está directamente relacionado con el aumento del consumo de combustible del vehículo, por lo que este incremento puede ser un buen indicativo de que algo no funciona como es debido.
Por otro lado, el mal olor también refleja que hay un problema. Suele estar derivado del mal estado de los filtros, aunque, en algunas ocasiones, puede deberse a la presencia de bacterias u hongos en los circuitos del dispositivo. Un examen adecuado servirá para averiguar cuál es el origen de la avería y ponerle solución.
Más allá de estos indicadores, te recomendamos que acudas a tu taller más cercano una vez al año, como mínimo, para llevar a cabo una correcta revisión del aire acondicionado de tu coche.